EL CESTO DE LOS TESOROS
Muchos bebés acaban jugando y disfrutando más tiempo con el envoltorio de sus regalos que con los grandes juguetes de plástico, con luces de colores y sonidos, que al final siempre quedan arrumbados en un rincón. Una opción para quien tiene bebés en su casa o su entorno y ni puede ni quiere gastarse dinero en juguetes comprados es crear una cesta de los tesoros.
Este juego se basa en las técnicas pedagógicas de María Montessori, famosa pedagoga y humanista italiana que revolucionó los métodos de enseñanza infantil. Se trata de llenar para el bebé una cesta o caja con objetos cotidianos, mezclando diferentes texturas, materiales y colores. Una caja en la que el bebé pueda saciar sus ansias exploradoras llevando cada uno de los objetos a su boca. Aunque depende del caso, uno de los requisitos para poder jugar con el cesto es que se pueda sentar solo, con lo que más o menos la edad idónea son los seis meses.
Un bebé no necesita caros juguetes para ser feliz o aprender, el mundo cotidiano es más que suficiente para sorprenderle. Cada objeto que para un adulto es rutinario y a los que apenas se presta atención, para un bebé es algo completamente nuevo que no sólo tiene que aprender a utilizar, sino que le ofrece infinitas posibilidades creativas.¿Sirve una cuchara sólo para comer o puedes tocar el tambor con ella?, ¿puedo componer música con una cajita de cremas de mamá llena de garbanzos?
Este juego se basa en las técnicas pedagógicas de María Montessori, famosa pedagoga y humanista italiana que revolucionó los métodos de enseñanza infantil. Se trata de llenar para el bebé una cesta o caja con objetos cotidianos, mezclando diferentes texturas, materiales y colores. Una caja en la que el bebé pueda saciar sus ansias exploradoras llevando cada uno de los objetos a su boca. Aunque depende del caso, uno de los requisitos para poder jugar con el cesto es que se pueda sentar solo, con lo que más o menos la edad idónea son los seis meses.
Un bebé no necesita caros juguetes para ser feliz o aprender, el mundo cotidiano es más que suficiente para sorprenderle. Cada objeto que para un adulto es rutinario y a los que apenas se presta atención, para un bebé es algo completamente nuevo que no sólo tiene que aprender a utilizar, sino que le ofrece infinitas posibilidades creativas.¿Sirve una cuchara sólo para comer o puedes tocar el tambor con ella?, ¿puedo componer música con una cajita de cremas de mamá llena de garbanzos?
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